El Señor Cuida a Sus Pajaritos

Pajarito en plantas de menta afuera de nuestra casa

Cuando estaba esperando a nuestra bebé, y su vida balanceaba frágilmente, observe a un pequeño pajarito afuera de mi ventana. Era época de invierno, había medio metro de nieve, y este pajarito tan chiquito estaba vivo, comiendo, y aparecía estar muy bien. Al mirar a este pequeño pajarito sobrevivir condiciones tan congeladas y ásperas, era como observar un milagro. Me sentí asombrada que las piernas del pajarito podían estar circulando sangre caliente, y que podía encontrar comida y sobrevivir los inviernos tan frígidos por tantos meses. ¿Cómo pudieron un millón de milagros juntarse tan perfectamente para sostener la vida de este pajarito? Pensé en todos los milagros que este pajarito tenía dentro de él- el latir de su corazón, el respirar de sus pulmones, un cerebro y columna espinal, intestinos y muchas otras partes. La vida misma lo sentía más un milagro, por la situación frágil de mi bebé.  Las palabras del Señor vinieron a mi mente "¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. Pues aun vuestros cabellos están todos contados. Asi que, no temaís: más valeís vosotros que muchos pajarillos." Mateo 10:29-31.

Yo sabía que el Señor nos cuidaría, como Él cuida los pajaritos. En verdad, Él nos ha cuidado siempre. El nacimiento de nuestra hija y sus primeros años fueron un tiempo de ver con más claridad el amor del Señor y los milagros que Él pone en nuestras vidas. Mis palabras no son suficientes para describir la gratitud que siento al ver la ayuda del Señor. ¡Cuanto nos cuida y nos ama el Señor! 

Cuando salgo a caminar, a veces le pido al Señor que Él camine conmigo, y hable conmigo, que me ayude a comprender las muchas cosas con las cuales yo necesito ayuda. Es maravilloso y asombroso que Él en verdad camina y habla con nosotros si le pedimos. Yo soy nadie especial, tengos muchas fallas y problemas, pero he sentido al Señor caminando conmigo, y dándome consejo y entendimiento.

En estas caminatas, el Señor me mostró un poquito mas acerca de como Él cuida los pajaritos. En los meses del verano el Señor prepara alimento para los pajaritos en el invierno. Las plantas y flores crecen con semillas en la parte más alta de la planta. Las plantas son suficiente fuertes que no se quiebran con las muchas tempestades del invierno. Si pudieras ver a estas plantas en el verano, pensarías que son demasiadas débiles para mantenerse firmes en medio metro de nieve. Pero estas plantas si se mantienen firmes, sin quebrarse con la nieve pesada. Las cabezas de las plantas y sus semillas alimentan a los pajaritos el invierno. Vemos la mano del Señor alimentando a sus pajaritos.

Las plantas se mantienen firmes en medio metro de nieve para alimentar a los pajaritos

Los árboles pierden todas sus hojas en el otoño, pero si tienen frutas o semillas, las ramas saben que no hay que soltar a la fruta ni tampoco hay que soltar a las semillas. ¿Cómo saben las ramas de los árboles a soltar a las hojas, pero no soltar a las semillas y frutas? Vemos la mano del Señor, asegurándose que sus pajaritos tienen alimento en el invierno en las semillas y frutas de los árboles. 

Árbol en pleno invierno, sin hojas pero con semillas rojas

A los pajaritos les encanta comer esas frutas o semillas en los árboles, especialmente en el invierno, cuando todo ha estado congelado en hielo y nieve por meses. Las frutas son altas en vitamina C, lo cual es difícil de encontrar en el invierno. Después que las hojas se han caído de los árboles en el otoño y las ramas de los árboles están desolados, el Señor ha dado árboles de hoja perenne como albergue para los pajaritos. El Señor prepara una solución para cada necesidad, aun antes de que sepamos pedir la ayuda de Dios. El Señor ya tiene un milagro en etapa de desarrollo para nosotros. Me siento tan agradecida que el Señor nos cuida en todas las estaciones de nuestras vidas. El Señor cuida a sus hijos, más que a los pajaritos. ¡Qué grande es el amor de Dios por nosotros!

Una vez estaba caminando en el parque en el otoño . Las hojas ya se habían caído de los árboles. Me sentía frustrada con un problema con mis hijos. No me acuerdo de los detalles, pero me sentía enojada y desanimada.  Le pedí al Señor que me ayudara. El Señor me contestó, pidiéndome que mirara a los árboles alrededor de mi, los árboles de hoja perenne y los árboles sin hojas. "¿Dónde están los pajaritos?" el Señor me preguntó. Vi que los pajaritos solamente estaban en los árboles de hoja perenne. Los árboles sin hojas no tenían ni un pajarito en sus ramas. Entendí lo que el Señor me estaba diciendo: si quiero que mis hijos regresen a mi, como los pajaritos regresan a los árboles de hoja perenne, mi amor necesita ser constante, no puede cambiar con las estaciones del tiempo. Mis sentimientos de enojo se desaparecieron, con el entendimiento que me dió el Señor. Hice la resolución de amar mejor a mis hijos. Muchas veces cuando vengo al Señor con un problema, su respuesta es corregirme. Él cambia mi manera de pensar, haciendome enfocarme más en seguirlo a Él, en amar a otros como Él nos ama, en vez de cambiar mi situación. Me siento tan agradecida por el Maravilloso Consejero que tenemos en Jesús. Solamente necesitaba mostrar más amor y compasión a mis hijos. Hay situaciones en que tenemos que enfrentar temas difíciles, pero por ahora, solo necesitaba relajarme y mostrar más amor. 

  

¿Has visto en tu vida como el Señor ha preparado un milagro para ti, antes de que necesitarías ese milagro? ¿Cuándo has visto la mano del Señor dándote precísamente lo que necesitabas, en maneras que solo el Señor podría haber hecho? ¿Apreciamos cómo el Señor interviene en nuestras vidas para bendecirnos? ¿Veo el amor abundante que Jesús me está mostrando? Espero que podamos abrir nuestros ojos a los muchos milagros, pequeños y grandes, los muchos mensajes de amor que el Señor nos da.